Las actividades económicas se distribuyen espacialmente con cierta regularidad. Esta regularidad responde a una lógica económica de comportamiento planteada en los modelos y teorías de localización de la economía urbana y regional. Von Thünen, Weber, Lösch, Christaller, observaron el comportamiento espacial de las actividades económicas y plantearon "leyes" del comportamiento localizacional en el análisis económico espacial.
Von Thnünen planteó su teoría en función del análisis de la localización agrícola, en tanto que Weber lo hizo con relación a la localización industrial. Christaller, por su parte, se interesó en mayor medida en los sistemas urbanos y, finalmente, Lösch intentó una síntesis del aporte de sus antecesores, analizando la teoría de las áreas de mercado.
Los modelos de localización espacial se aplican para el análisis de territorios o espacios geográficos de diferentes tamaños. El espacio territorial considera, entre otros elementos, la presencia de recursos naturales, factores de la producción (tierra, empleo y capital), bienes y servicios producidos.
Estos factores son medidos en función del costo del espacio donde se localizan. Considerado el tamaño de la población y la distancia a recorrer para obtener las materias primas y el desplazamiento de los trabajadores, así como su cercanía a los mercados.
El comportamiento espacial es explicado, por tanto, a través de la localización de las actividades económicas. (1)
En 1826, Von Thünen explicó la localización de actividades agropecuarias en función de la renta de ubicación que indica que el uso del suelo que se encuentra más cercano a donde se concentran los servicios en una ciudad, es más caro que el de los tarrenos que están alejados, de manera que al final, todos los habitantes de una ciudad pagan lo mismo por los productos que adquieren; lo que unos pagan en forma de costos de transporte, otros lo pagan en rentas por el uso del suelo más cercano al mercado.
De esta forma, Von Thünen supuso que existían diferentes costos de transporte para diferentes productos y que el costo por unidad del bien difería entre productos, siendo más caro para bienes precederos que para bienes no precederos por el efecto de una mayor renta de la tierra debido a que tienen que estar más cerca de los mercados.También reconoció que los individuos tratan de resolver sus necesidades económicas en el entorno inmediato, reduciendo sus desplazamientos al mínimo. Señalaba a la distancia como la variable explicable clave, sin embargo en la práctica este modelo no describía de manera precisa las economías reales. (2)
• Supuestos poco realistas subordinados a la coherencia
teórica
• Excesivo carácter teórico, poca aplicabilidad práctica,
carácter estático.
• Posibilidad de concentración independiente de situación
inicial
El análisis de Lösch se sustenta en el comportamiento de los costos en dos vertientes importantes: los costos internos de la empresa y los costos del transporte. En el modelo de localización se indica que la selección espacial de los mercados está en función de los costos.
Considera como punto de partida un espacio continuo y homogéneo, con costes uniformes, y con población distribuida también uniformemente, compuesta por individuos idénticos en renta y gustos. Los productores y los consumidores maximizan respectivamente beneficios y utilidad.
Si existiera un único productor y decidiera vender a un precio “p” a los consumidores radicados justo a su lado, tendría que ir subiendo ese precio, en función de los costes de transporte en que vaya incurriendo, a la hora de vender en localizaciones más alejadas geográficamente.
Si la curva de demanda de ese productor es:
al precio p’, que corresponde a unos costes de transporte (p’-p), su cantidad demandada sería cero. De ese modo, abastecería un área de mercado circular, de radio igual a la distancia que corresponde al coste de transporte igual a (p’-p).
Si se considera la existencia de más productores, el área circular descrita se convierte en hexagonal, ya que las áreas circulares suponen la existencia de pequeños espacios geográficos no abastecidos por ningún productor. La red de hexágonos resulta eficiente, ya que agota la totalidad del área servida.
Otros bienes generarán otras redes hexagonales, superpuestas a la inicial, cuyas áreas de mercado serán de distinto tamaño en función de la variación de las economías de escala en la producción y los costes de transporte de los diferentes bienes.
La “región económica ideal”, según Lösch, corresponde al resultado de una concentración espacial según la cual todas las redes tengan un centro de producción común. La concentración espacial de las actividades es la conclusión a la que llega este autor, aun cuando su supuesto de partida era, recordemos, el reparto homogéneo de los factores productivos y de la población a lo largo de todo el espacio. (3)
Según esta teoría, un lugar central sería aquel que pudiese ofrecer servicios de determinadas clases. Cada empresa de servicios tendrá un umbral de demanda mínimo, necesario para poder instalarse. El umbral de demanda es, pues, la población más pequeña a la que se debe prestar un servicio para alcanzar un punto de equilibrio entre gastos e ingresos. Cada servicio, y cada producto, tendrá un umbral diferente, dependiendo de su precio. Para calcular este umbral hay que tener en cuenta el precio del producto y el coste del transporte. La distancia máxima, o coste del desplazamiento, a la que se desplaza un cliente para obtener el producto se le llama alcance, alcance físico del mercado.
Si situamos una empresa en un lugar este tenderá a concentrar la población y a servir a los habitantes del lugar central y a todo el alcance. Si el alcance es mayor que el umbral habrá un área no cubierta por la empresa, ya que la población más alejada tenderá a no desplazarse para adquirir ese servicio, a no ser que se acumulen consumos de servicios, y en esta área surgirán otras empresas del mismo tipo, hasta lograr un equilibrio. El área del alcance de una empresa tendrá forma hexagonal, para garantizar la prestación de ese servicio a todo el espacio isotrópico.
En el modelo geométrico, el número de lugares centrales sería siempre un múltiplo de 3, pero la red de transporte introduce cambios en el acceso y el coste del desplazamiento, por lo que el número de lugares centrales es un múltiplo de 4. Además, si la región es de frontera el número de lugares centrales puede ser hasta un múltiplo de 7.
Sin tomar con excesiva rigidez la teoría, esta se cumple en la realidad con bastante mayor frecuencia de lo que se podría esperar de la irregularidad del espacio real. No obstante, la evolución histórica suele desvirtuarla. El mayor problema que no resuelve la teoría es la influencia que la densidad de población tiene sobre el tamaño del alcance y el umbral. Las diferencias de densidad de población, que la propia teoría admite al concentrar la población en los lugares centrales, pueden hacer que el alcance de una empresa sea siempre superior a su umbral. (4)
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